Piñonate de almendras
Se acerca la Navidad, y con ella siempre volvemos la vista atrás, sobre todo a la hora de cocinar.
El piñonate de almendras no es otra cosa que almendras tostadas con caramelo. Cuando se enfrían, se forma una especie de torta que se rompe con facilidad, y que está deliciosa.
A mí me encantaba que mi abuelo me lo comprase en Sevilla el día antes de volver a Galicia, y me lo traía recién hecho, con ese olor a almendras recién tostadas y ese sabor tan especial a caramelo.
Aunque se trata de una receta muy fácil y sencilla, tiene, como todas, su intríngulis, y es necesario tener cuidado con el azúcar, ya que alcanza temperaturas tan elevadas que una pequeña gota puede provocarnos una quemadura grave y muy dolorosa.
Ingredientes
- 100 gr de almendras crudas peladas
- 300 gr de azúcar
- 1 chorrito de limón
- Medio vaso de agua
Preparación
- Ponemos el agua y el azúcar en una sartén a fuego fuerte.
- Removemos bien con una cuchara de madera para que el azúcar se diluya completamente.
- Cuando empieza a hervir, bajamos el fuego un poco y le agregamos el chorrito de limón.
- Removemos con la cuchara de vez en cuando y vigilamos el fuego para que no se queme.
- Mientras, preparamos una fuente de horno con un papel sulfurizado.
- Cuando el azúcar empiece a tomar color, bajamos el fuego y le agregamos las almendras, mezclándolas bien con la cuchara y dejando que se tuesten poco a poco mientras el caramelo se va oscureciendo.
- Vertemos, con mucho cuidado, la mezcla sobre el papel de horno y la dejamos enfriar hasta que se endurezca.
- Para conservar el piñonate sin que se estropee, puedes guardarlo en una fiambrera o una lata hermética.
Si quieres, también puedes agregar un puñado de sésamo crudo con las almendras, y también sustituir el papel sulfurizado por obleas, como el famoso turrón de guirlache.
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